Con gran devoción y fervor religioso, el pueblo nicaragüense despidió este lunes las reliquias de San Juan Bosco que permanecieron durante tres días en Nicaragua.
La imagen del Santo llegó al Aeropuerto Internacional “Augusto C. Sandino” a eso de las once de la mañana, acompañado de una caravana compuesta por religiosos, religiosas y devotos.Dos horas después partió hacia Tegucigalpa, Honduras, continuando con su peregrinación por 130 países, que inició en 2009 en el marco del bicentenario de su nacimiento que se celebrará en 2015.
“El pueblo nicaragüense se desbordó con expresiones de amor y de cariño a San Juan Bosco, un Santo que es seguido por la juventud y que siempre buscó la dignidad de los jóvenes”, señaló el padre William Argüello, coordinador de la Comisión de la Reliquia de San Juan Bosco, luego de despedir la urna del Santo.
Asimismo agradeció el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional por todo el apoyo ofrecido para la venida de San Juan Bosco.
“Queremos agradecer al gobierno por todas las gestiones en este momento histórico, Don Bosco vino a bendecir a la juventud y a todos aquellos que trabajan en bien de los jóvenes aunque en su vida mortal no pudo visitar este país ni fundar esta obra”, manifestó.
“Con esta visita de San Juan Bosco, Cristo nos deja muchas bendiciones a todos los nicaragüenses porque sabemos que se acercaron a la reliquia con el amor y la esperanza de que él bendiga al pueblo de Nicaragua, principalmente a los niños, los jóvenes y las familias”, dijo Claudia Zepeda, devota del Santo.
Por la mañana centenares de estudiantes de los colegios salesianos del país se congregaron en el Centro Educativo Sor María Romero en el barrio San Judas para celebrar con ímpetu la oportunidad histórica de estar en contacto aunque sea por un momento con las reliquias del Santo.
“Su visita es una bendición para todos los centros educativos porque él nos enseñó el amor a los jóvenes, cómo prevenir y hacer en ellos buenos ciudadanos y buenos cristianos”, señaló la docente Blanca Casanova, del colegio Sor María Romero de Managua.
“Él nos enseñó a ser humildes y a amar a los pobres, me siento muy alegre que esté en Nicaragua”, manifestó la joven Yoselín Guerrero, de 16 años, estudiante de quinto año del mismo colegio.
Los estudiantes festejaron con cantos, música y con ese entusiasmo propio de la juventud por la que San Juan Bosco ofreció su vida sacerdotal, espiritual y humana.
“Su presencia viene a darnos más ánimo para seguir trabajando por la juventud nicaragüense para que los jóvenes se desarrollen plenamente como personas a través de la razón, el amor y la religión”, dijo el profesor Gustavo Fletes, del colegio María Auxiliadora de Granada.
José Iván Cruz, de 17 años, del colegio salesiano de Masaya, subrayó que San Juan Bosco es un ejemplo para todos los jóvenes. “El demostró su amor por Dios y por el prójimo y nos dejó ese mensaje de salir adelante a pesar de las dificultades”, expresó.
Posteriormente las reliquias de Don Bosco se trasladaron en caravana hacia el Colegio María Mazzarello que dirige Sor Emilia Rachela, donde se detuvo por breves momentos. Aquí fue recibido por centenares de niños, jóvenes y la banda escolar de la escuela.
“Que viva Don Bosco”, exclamaba sor Emilia Rachella, mientras agradecía la presencia del Santo en Nicaragua.
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