El primero de los casos ocurrió en la comarca El Amparo, en el municipio de Yalí, a 55 kilómetros al norte de la ciudad de Jinotega, en donde Félix Pedro Cano, de 42 años, fue encontrado muerto de varios balazos.
En el segundo hecho de sangre, la señora Ceferina Flores Dixon, de 42 años, fue asesinada de un disparo en la cabeza y tres en el tórax por los sujetos Eduardo Urbina y Sixto Urbina Manzanares, en su casa ubicada en San Andrés de Bocay, a 180 kilómetros al Norte de la ciudad de Las Brumas.
La policía investiga las causas del crimen y el paradero de los asesinos, quienes también estuvieron a punto de matar a un hijo de doña Ceferina, identificado como Elenito, a quien amenazaron con ejecutarlo.
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