Nicaragua instó hoy al gobierno colombiano ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) a retomar su herencia bolivariana y a trabajar por la paz en el continente.
“Nicaragua pide desde esta Organización de Estados Americanos que Colombia recapacite y retome su herencia bolivariana”, manifestó Denis Moncada, embajador nicaragüense ante esta organización.
En su mensaje hizo el llamado a “recuperar a nivel institucional los vínculos fraternos” que hacen de los pueblos latinoamericanos una sola patria, y “y en particular, a Colombia y Venezuela, pueblos que la sangre de Simón Bolívar, quiso unidos y fuertes para siempre”.
Colombia ha denunciado ante la OEA la presunta presencia “consolidada” y “activa” de guerrilleros izquierdistas de este país en territorio venezolano, lo cual fue calificado por el gobierno de Hugo Chávez como sin fundamento, provocando la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
El gobierno nicaragüense tildó a su vez de “calumniosas” dichas acusaciones y recordó que el problema de Colombia es tan complejo que ni siquiera las 14 administraciones presidenciales que han pasado desde que se originó el conflicto, han podido resolverlo.
“Nicaragua como hermana latinoamericana y como miembro del ALBA rechaza esa campaña falsa e injuriosa que pretende responsabilizar al presidente de Venezuela de acciones cuyo origen está dentro de la misma historia colombiana y en los largos años de conflicto armado”, indicó Moncada.
Señaló que el cultivo y el comercio de drogas para abastecer al más grande consumidor, Estados Unidos, “no ha hecho sino que agravar su propio conflicto y contaminar a todo nuestro continente”.
De allí que el gobierno colombiano “no puede ni debe por lo tanto buscar chivos expiatorios para sus propias limitaciones y dolorosos desencuentros”, agregó.
A criterio del embajador, la situación colombiana debe llamar a la conciencia latinoamericana y caribeña a proclamar que la paz y la justicia son ya impostergables. Así que desde los organismos correspondientes y en unión de los gobiernos y pueblos se estimulen mecanismos de diálogos respetuosos que acerquen a las familias colombianas al entendimiento y al derecho de vivir en paz.
“Los pueblos de nuestra América piden el grito de NUNCA MÁS A LA GUERRA. Nicaragua considera que este Consejo Permanente se pronuncie para hacer valer los ideales y los sueños de las familias de nuestro continente, por la paz”, instó tras finalizar su discurso en la sesión especial de este organismo.
A continuación, la transcripción íntegra del discurso del compañero Moncada Colindres:
Señor Presidente:
La hermana República de Colombia padece un conflicto interno que ha arrebatado la tranquilidad a su pueblo desde hace más de 60 años. Ese conflicto interno, ha representado para ese pueblo, sufrimiento, dolor, incontables pérdidas materiales y humanas, así como un masivo desplazamiento interno y emigración forzosa, de millones de ciudadanos y ciudadanas, a otros países de Nuestra América.
El conflicto armado en la hermana República de Colombia, lleva más de 60 años. El Gobierno del Presidente Hugo Chávez Frías en Venezuela, lleva solamente 11 años...
Muchos pueblos y Gobiernos de América Latina han sido alcanzados por la tragedia colombiana. Son muchos los países que comparten las consecuencias humanas del drama que, desde hace 62 años, prevalece en Colombia. Ecuador, Venezuela, Brasil, Perú y otros pueblos de Nuestra América, han recibido a millones de desplazados de guerra. Familias enteras, abuelos, padres, hijos, nietos, han procurado dar continuidad a sus vidas en otras tierras latinoamericanas. Sólo en Venezuela, hasta la fecha, más de 3 millones de colombianos han sido acogidos e incorporados a la vida económica y social. Todo esto, desde muchas décadas antes de que llegase a la Presidencia el Comandante Hugo Chávez Frías...
El grave conflicto interno de Colombia ha trascendido a 14 presidentes. Ese conflicto que data desde 1948, 51 años antes de la Presidencia del Comandante Chávez, tiene como protagonistas a las Fuerzas Armadas de Colombia y a grupos rebeldes como el Ejército de Liberación Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Durante todo este tiempo, las fuerzas en conflicto, han sostenido incontables combates, y hasta hoy, nadie, desgraciadamente, puede asegurar que se vea, con claridad, un escenario posible, para que la anhelada paz, llegue a los hogares de las familias colombianas.
La guerra en Colombia; el narcotráfico en Colombia; las aventuras expansionistas del Gobierno colombiano; la sintonía de los Gobiernos colombianos con las políticas expansionistas e imperialistas de la potencia del Norte, datan de la primera mitad del Siglo XX. El Gobierno del Presidente Hugo Chávez Frías, llegó al poder y se ha sostenido en el Poder, con el voto mayoritario de su pueblo, desde 1999, es decir, en el último año del mismo Siglo XX. 51 años después...
La pretensiones expansionistas de Colombia, en complicidad con los intereses imperialistas de los Estados Unidos de Norteamérica, también han golpeado al pueblo nicaragüense. En el año 1928, estando Nicaragua ocupada por las tropas del Gobierno de Estados Unidos, el Gobierno norteamericano entregó ilegítimamente a Colombia, un extenso territorio de ricas plataformas marítimas, propiedad de l@s nicaragüenses, incluyendo las Islas de San Andrés. Nicaragua ha mantenido su justo reclamo sobre esos territorios que le pertenecen. Y no le ha hecho la guerra a Colombia. Y no le haría nunca la guerra al pueblo colombiano. Nicaragua ama y promueve la paz. Por lo tanto, el Gobierno del Presidente Daniel Ortega, apegado a Derecho, ha llevado a Foros Internacionales y a la Corte Mundial en La Haya, el legítimo reclamo del pueblo nicaragüense, sobre sus mares y tierras.
La Corte Internacional de Justicia, ya estableció límites, que el Gobierno de Colombia no respeta. El Gobierno de Nicaragua, sin embargo, actuando con la paciencia y prudencia que caracterizan a nuestro pueblo, ha insistido en sus reclamos ante esa Corte Internacional, siempre con apego a Derecho.
El Gobierno del Presidente Daniel Ortega, se ha caracterizado por promover exitosas iniciativas y Procesos de Paz en Centroamérica, desde los años 80, cuando en Esquipulas, Guatemala, se logró poner fin a la guerra. En esta Nueva Etapa que viven los pueblos de la Región Latinoamericana y Caribeña, el Gobierno del Presidente Daniel Ortega ha convertido en Política de Estado, la Reconciliación y la Paz. De ahí que en Nicaragua, hoy en día, la solidaridad és una práctica, y el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, participa y respalda con decisión, toda Propuesta de Paz que contribuya a la tranquilidad y la Unidad de nuestros pueblos, en el nivel nacional, y en el ámbito de la Patria Grande.
El Gobierno de Colombia ha mantenido una constante campaña de calumniosas acusaciones contra el Presidente de Venezuela, Comandante Hugo Chávez Frías. Nicaragua, como hermana latinoamericana, y como miembro del ALBA, rechaza esa campaña falsa e injuriosa, que pretende responsabilizar al Presidente de Venezuela, de acciones, cuyo origen está dentro de la propia historia colombiana, y en los largos años de conflicto armado, al que se agrega hoy la extensiva producción y tráfico de drogas desde ese mismo país.
El conflicto armado en Colombia, repetimos, lleva ya 62 largos años; han pasado, por las Jefaturas de Estado y de Gobierno, 14 Presidentes, sin resolverlo; la producción y el tráfico de drogas han representado, y representan en estos momentos, uno de los más graves problemas que enfrentan nuestras sociedades. Es sabido que el cultivo y el comercio ilícito desde Colombia, para abastecer al más grande consumidor mundial, que son los Estados Unidos, no ha hecho sino agravar su propio conflicto, y contaminar a todo nuestro Continente. El Gobierno de Colombia no puede, ni debe, por lo tanto, buscar chivos expiatorios para sus propias limitaciones y dolorosos desencuentros.
La situación de guerra interna en Colombia; la inestabilidad y la desintegración social y humana producida por el narcotráfico; el dolor y el sufrimiento de millones de colombianos exiliados de su tierra, desarraigados de sus tradiciones y culturas, de sus afectos, y hasta de sus pertenencias; todo ese drama humano y social debe llamar a la conciencia latinoamericana y caribeña a proclamar que la Paz y la Justicia son ya indispensables e impostergables. Debe llamarnos a trabajar juntos para que, desde los Organismos correspondientes de Unión de nuestros Gobiernos y Pueblos, se estimulen mecanismos de diálogo respetuoso, que acerquen a las familias colom-bianas al entendimiento y al derecho de vivir en paz.
No tiene sentido esta confrontación entre hermanos de la misma sangre, de la misma historia, de la misma cultura. En este Bicentenario de la Independencia de tantos pueblos latinoamericanos, Nicaragua pide, desde esta Organización de Estados Americanos, que Colombia recapacite y retome su herencia bolivariana, para que el legado del Libertador, imponga la cordura y obligue a recuperar, a nivel institucional, los vínculos fraternales que nos hacen una sola Patria, y en particular, a Colombia y Venezuela, pueblos que la sangre de Simón Bolívar, quiso unidos y fuertes para siempre.
Trabajemos por la paz. Los pueblos de Nuestra América, viven el grito de NUNCA MAS A LA GUERRA...! Nicaragua considera que este Consejo Permanente se pronuncie para hacer valer los ideales y los sueños de las familias de nuestro Continente, por la paz.
Muchas gracias, señor Presidente.
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